Un viento de costado
me cuenta que lo atado
nunca llega a ningún lado
Que la dulce compañía
se divierte con las risas
y que el suelo que camina
siempre deja alguna pista
Que la ceniza siempre cae
sea tan o no real la vida
y la escoba bien barrida
igual deja las heridas
Aprendimos a taparlas
a dejar que se corrijan
con las nubes que se escapan
entre todas las rendijas
Y si es casualidad
que tu miedo se disipa
quiero verlo mientras pienso
lo que siento entre las tripas
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